viernes, 22 de abril de 2011

DIAGNÓSTICO

Se basa en la historia clínica, sospechando siempre en pacientes con síntomas esofágicos como pirosis, regurgitación y disfagia y en relación con los cambios posturales.

a) Radiología. Con contraste de bario es posible poner de manifiesto el reflujo.
b) Endoscopia. La mucosa esofágica presenta eritema, edema y erosiones en la mucosa, las lesiones son más marcadas en el extremo caudal del esófago. El frotis de la mucosa para la citología y biopsia permiten diferenciar la esofagitis y estenosis inflamatorias del carcinoma esofágico.
c) Otras pruebas. pHmetría (medición del pH intraesofágico) y manometría; ofrecen una valoración del reflujo gastroesofágico.

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