viernes, 22 de abril de 2011

EDUCACIÓN para la Salud

Existen una serie de medidas higiénicas, posturales y dietéticas, en la enfermedad por reflujo, que son razonables desde el punto de vista fisiopatológico y la experiencia clínica demuestra que son eficaces en los casos leves y de ayuda para controlar los casos graves.

-Tratar de minimizar las distracciones durante las comidas. Reducir la conversación al mínimo y mantenerla focalizada en el asunto que tiene entre las manos: “Ahora le voy a dar una cucharada de verdura. Mastíqueselas lentamente y avíseme cuando las trague”.
-Hacer anotaciones sobre qué cosas le gusta a la persona mayor y cuáles no, hábitos de comida y bebida y patrones de consumo.
-Asegurarse de que la persona mayor adopta la posición adecuada. Las técnicas de posicionamiento incluyen la utilización de una silla junto a la mesa, la elevación de la cama 90º, la utilización de almohadas para tenerlo incorporado.
-La persona mayor debe estar en posición erguida entre 1-3 horas después de las comidas.
-Asegurarse de que ha tragado el bocado antes de darle otro. No le meta prisa. La persona mayor puede volverse resistente.
-Vigilar las respiraciones de la persona mayor, un cambio en el patrón o la frecuencia de la respiración puede ser una señal de inicio de una aspiración.
-Una boca limpia, fresca, sin olores, estimulará el apetito de la persona mayor. Asegurarse de que la dentadura está en buen estado.
-Planificar las comidas cuando el anciano esté descansado.
-Proporcionar alimentos y líquidos de consistencia adecuada de acuerdo con las recomendaciones del logopeda y dietista. No espesar descaradamente los líquidos se resistirá a “masticar” los zumos o líquidos.
-Los ayudantes de enfermería no deben de alimentar a más de 2 o 3 ancianos.
-Elevar la cabecera de la cama 15-20 cm con calzas de madera.
-Disminuir el tamaño de las raciones de comida de modo que no sobrellene el estómago. Reducir las comidas tarde por la noche.
-Evitar alimentos que aumentan el reflujo como el chocolate, los refrescos de cola, ciertas especias, la cebolla, el ajo, el tomate, el vinagre y los cítricos. Disminuir consumo de alcohol, grasas y cafeína.
-Interrumpir el uso de medicamentos que favorezcan el reflujo (si es posible).
-No usar prendas ajustadas. Llevar fajas o ropas que aprietan excesivamente el abdomen facilitan el reflujo.
-Evitar recostarse sobre el lado derecho, esta postura favorece el reflujo.
-Evitar hacer ejercicio intenso en la hora siguiente a las comidas.
-Perder peso si es excesivo y/o evitar el sobrepeso.
-Dejar de fumar.
-No son recomendables los alimentos secos.
-Es fundamental proporcionar al organismo al menos 2 litros de líquidos al día para evitar problemas de deshidratación.

Si la alteración en la deglución es muy importante y/o las medidas anteriores no son suficientes para asegurar una adecuada alimentación e hidratación, habrá que valorar la necesidad de nutrición enteral por sonda nasogástrica o gastrostomía.

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